jueves, 17 de junio de 2010

Qué es el arte?

¿Qué es el ARTE?


El arte tiene muchos significados, la poesía es un arte, el ballet, el teatro, la poesía, etc.
Una vez escuché que también puede considerarse arte a tareas como la cocina, la pesca… pero cuando se habla de arte se refiere a algo creado con fines meramente estéticos, crear algo es arte ya que el fin del creador es lograr que lo creado sea admirado y comprendido. El arte involucra tanto a las personas que lo practican como a quienes lo observan, la experiencia que vivimos a través del mismo puede ser del tipo intelectual, emocional, estético o bien una mezcla de todos ellos. la experiencia que vivimos a través del mismo puede ser del tipo intelectual, emocional, estético o bien una mezcla de todos ellos. De algún modo todos somos artistas; el cambio de peinado, el cambio de vestuario, persiguen la creación de una imagen visual distinta, somos “artistas cotidianos” en ese sentido concuerdo con Dino Formaggio el cual asegura que el «arte es todo aquello que los hombres llaman arte”.
El arte es una forma de expresión, en la que el artista demuestra su percepción de mundo, sus sensaciones más íntimas. Desde los comienzos de la historia el hombre ha tenido la necesidad de expresar, y las diversas manifestaciones del arte forman parte del bagaje cultura de cada civilización, el arte por esto es fundamental en cada nación y en la formación de esta.
Es difícil definir la palabra arte, podemos definir una obra de arte diciendo que es cualquier hecho por el hombre con una doble estética y la otra religiosa, social, etc.
Para mi la definición de arte es subjetiva, algunos la asocian con la ciencia ya que dicen que el arte como la ciencia requieren de habilidad técnica , ambos buscan comprender el universo en el que habitan, transmiten lo que interpretan a otros individuos, una diferencia entre ellas que separan al arte de la ciencia es la posibilidad de refutar, mientras que los científicos pueden invalidar leyes o teorías a través de investigaciones, las obras de arte poseen un valor permanente, aunque cambie el punto de vista del artista o el gusto del público.

miércoles, 9 de junio de 2010

RSA Animate - The Secret Powers of Time

"No se puede cambiar el pasado, pero se puede arruinar el presente por preocuparse por el futuro"

domingo, 6 de junio de 2010

Memoria

“La memoria es la capacidad mental que posibilita a un sujeto registrar, conservar y evocar las experiencias (ideas, imágenes, acontecimientos, sentimientos, etc.) puede definirse como la retención del aprendizaje o la experiencia.”

Pero, ¿Qué pasa si queremos "borrar" algún momento o situación de este aprendizaje?, Existen muchos mecanismos de defensa que ocupamos consciente o inconscientemente para lograrlo, uno de ellos la Represión, esta se define como el mecanismo que consiste en rechazar fuera de la conciencia todo aquello que resulta doloroso o inaceptable para el sujeto.
Nos enfrentamos a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo y expulsamos de nuestra conciencia lo que nos desagrada, a veces no sabemos por qué rechazamos tal situación, el trabajo sobre la conciencia afecta en nuestro actos , aunque no estemos conscientes de ello.
Me ha pasado un par de veces que existen personas que a primera vista no me son agradables, y no hablo de belleza física, pienso que quizás ciertos rasgos me recuerdan a otro momento o personaje poco agradable.
Cuanto más trato olvidar más recuerdo, en ocasiones la eficacia de la represión puede ser tal que ignoramos lo reprimido y también qué reprimimos. Hay pensamientos que existen contra mi voluntad, como cambiarían las cosas si dependiera de la voluntad y que ciertas ideas fueran resultado de esta y que aquello que no deseamos no existiera.
En mi caso, cuando siento que olvido, sueño lo que supuestamente he olvidado, existe cierta energía psíquica que lucha por manifestarse. Lo reprimido aparece, aunque distorsionado,en los sueños en las fantasías, los lapsus, los actos fallidos, etc. los recuerdos olvidados no desaparecen, sólo están enterrados en el inconsciente.

Se dice que la represión es un proceso inconsciente aunque a veces puede estar facilitado por hechos conscientes. Por ejemplo la semana pasada le grité a mi mamá y me avergüenzo de ello, si trato de no pensar en ese momento después de un tiempo quizás no lo recuerde, en el fondo todo está en el poder de la mente.

Según Freud, la represión de esta manera permite eliminar los sentimientos de dolor o ansiedad, pero si se utiliza en exceso tiene su costo, ya que hay que emplear gran cantidad de energía para mantener los eventos rechazados inconscientes.

El mantenimiento de la Represión supone un continuo “gastos de energía psicológica” que empobrece las superficiales relaciones (“fatiga neurótica del neurasténico”.

viernes, 21 de mayo de 2010

MUNCH Y STRINDBERG

1896. Lithografía. 60 x 46 cm. Munch Museum, Oslo, Norway.




August Strindberg. 1892. 120 x 90 cm. Museo de arte Moderno, Stockholm, Sweden.









A Strindberg no le gustó la pintura que de él hizo Munch. Pensó que Edvard había
cargado las tintas al plasmarlo en esa odiosa actitud de artista egocéntrico; y por tal motivo repudió el cuadro de inmediato, porque según él esta imagen pretenciosa no se correspondía con la verdadera naturaleza de su noble espíritu. Sin que le importaran las consecuencias, August decía siempre lo que pensaba, de modo que no sólo criticó la obra sino que terminó insultando al pintor (también le irritó que éste omitiera la letra d en su apellido cuando intituló el cuadro, expuesto hoy en el Museo de Arte Moderno de Estocolmo). La polémica en torno de la calidad estética del retrato finalizó en un amargo distanciamiento, uno de los tantas peleas que sostendrían estas dos almas gemelas, quienes para bien y para mal compartían numerosas cosas en común: la hipocondría, la irascibilidad, la misoginia, la inseguridad personal, la rebeldía innata y un talento de estirpe divina.
Durante estos trepidantes años vividos en Alemania, al iniciarse la última década del XIX, August y Edvard compartieron sus filias y sus fobias, y, lo más importante, se disputaron el amor de una mujer adorable: Dagny Juel (“Ducha”), quien estaba casada con Stanilaw Przybyszewski (“Stanczu”), un extravagante poeta polaco que era el espécimen más conspicuo de la bohemia berlinesa. Ciertamente a Strindberg, como al propio Munch, le encantaba ser víctima y victimario del tortuoso juego de inmiscuirse en triángulos amorosos.
Era algo que los dos artistas no podían controlar: amaban y odiaban a las mujeres; les tenían miedo y las deseaban; eran incapaces de satisfacerlas sexualmente y al mismo tiempo sólo ellas, las más liberadas, les provocaban una excitación sexual apremiante. Ambos engañaron y fueron engañados. August se casó en tres ocasiones y tuvo infinidad de amantes. ¡Una larga suma de fracasos estrepitosos! Su primera mujer, Siri von Wrangel, dejó a su aristocrático marido para casarse con el joven y prometedor dramaturgo: una pasión amorosa que se extinguió con rapidez y se transmutó en un frenético aborrecimiento. El segundo matrimonio resultó más lacerante aún: la bella periodista austriaca, Frida Uhl, quien pronto se hartó de los ataques de su marido, decidió abandonarlo para seguir el rastro de Willy Gretor, un marchante de arte, conocido por seducir y en seguida deshacerse de cuanta
dama se le atravesara en el camino. Y el tercero y último enlace nupcial, esta vez con la jovencísima actriz sueca Harriet Bosse, no fue la excepción: el avejentado y enfermizo August –convertido para entonces en gloria universal de las letras- padeció durante sus últimos años la tortura de saber que su insaciable esposa no era capaz de resistirse a cualquier actor mediocre que quisiera cortejarla. (Para colmo de males, la errática Academia sueca cometió la torpeza de no otorgarle el premio Nóbel.) Y de estas llagas purulentas a lo largo de su vida, Strindberg extrajo obras literarias excepcionales. Munch, por su parte, también se auto flageló en cada una de las relaciones amorosas que sostuvo con hermosas mujeres, pero igualmente supo curar sus heridas a través de lienzos que se fueron sumando y nutriendo unos con otros hasta conformar ese amargo y al mismo tiempo veraz retrato pictórico de las pasiones humanas: el Friso de la vida.


Munch y Strindberg, esos dos amigos y rivales, ambos inseguros y soberbios, misóginos e hipersexuales, talentosos y egotistas, hipocondríacos y atormentados, quienes no dudaron en vender una y mil veces su alma al Diablo a fin de
alcanzar los confines de la más alta creación artística. ¡Un compromiso fáustico pactado con sangre y hasta la muerte! August, desde la ruptura con su segunda esposa, padecía crecientes paranoias y unos celos cada vez más patológicos. Pasaba noches enteras sentado a la mesa, con la foto de sus hijos enfrente y un revólver al lado, coqueteando con la idea del suicidio o bien fantaseando con peligrosos experimentos alquímicos que, debido a su torpeza, le produjeron sucesivos accidentes de consideración. (El demencial diario novelado de estos días aciagos en París se publicó en 1898, y porta el más certero de los títulos posibles: Infierno.)Pero, ¿derivado de qué manes se produjo el catártico reencuentro
entre estas dos personalidades iracundas? A los espíritus tutelares de la Revista Blanca, Thadée Natanson y Felix Féneon, se les ocurrió que fuera precisamente el dramaturgo sueco quien reseñara la exposición que Edvard presentaba en el Salón de L´Art Noveau. August no pudo rehuir tan importante ofrecimiento: en aquel faro periodístico –la revista francesa más importante de la época- publicaban algunas de las mejores plumas del orbe: Renard, Mirabeau, Mallarmé, Dujardin, Ibsen, Proust, Valery, Gide, Jarry, Apolinaire, amén de que ella era diseñada e ilustrada por artistas de la estatura de Bonnard y Toulouse. Asimismo, el escritor nórdico no quería enemistarse con Missia, la esposa de Thadée, quien causaba furor
en aquellos años: tenía fascinados a connotados artistas por su belleza y versátil capacidad como promotora artística (entre otras tareas, auspició la gira de Diaghilev por Europa).
Además de cautivar a sus amigos y ser hermosa (Renoir, Bonnard y Vuillard la inmortalizaron en sendos retratos), ella adquirió renombre como espléndida anfitriona, pues no sólo tocaba con destreza el piano, sino que su imaginativa conversación seducía al más misántropo de los invitados a su domicilio. Motivado por tales razones, Strindberg aceptó la ingrata encomienda de escribir un texto sobre su antiguo rival en aquel atribulado cuarteto sexual padecido en Berlín (Stanczu, Edvard y él mismo disputándose el amor de Ducha), un pintor al que admiraba y detestaba, con quien se identificaba demasiado en el plano espiritual y el cual, por lo mismo, permanentemente confrontaba su más hondo narcisismo. Y muy a su pesar, tal vez por la acción misteriosa de los vericuetos inconscientes de la creación artística, a la postre produjo un opúsculo deslumbrante y hasta apologético,
revelador de la portentosa fuerza plástica de Munch, que sería publicado el mes de junio en la insigne Revista Blanca. Por desgracia y no obstante su tono encomiástico, el texto no consiguió restañar las viejas heridas que ambos artistas se habían infringido.



www.revistadelauniversidad.unam.mx/3707/pdfs/24-29.pdf

jueves, 20 de mayo de 2010

O Pelicano, de August Strindberg

El pelícano, montaje teatral brasilero








Johan August Strindberg (Estocolmo, 22 de enero de 1849 – ibídem, 14 de mayo de 1912)

Autor teatral sueco, considerado con frecuencia como el mejor escritor que ha dado ese país escandinavo. Nació en Estocolmo el 22 de enero de 1849, hijo de un noble arruinado y su sirvienta. Después de cinco años de asistencia discontinua a la Universidad de Uppsala, pasó por distintos trabajos en Estocolmo, tales como maestro, actor, periodista y bibliotecario. Por lo general, los críticos dividen su producción literaria en dos categorías, la naturalista y la expresionista, que coinciden con las dos grandes etapas de su vida, separadas por un periodo totalmente improductivo (1894-1896) durante el cual, el autor vivió en París, sufrió una enfermedad mental y asistió al final de dos de sus tres desdichados matrimonios. Su carrera literaria comienza a los veinte años de edad y su extensa y polifacética producción ha sido recogida en más de setenta volúmenes que incluyen todos los géneros literarios. También se interesó por la fotografía y la pintura y en una etapa de su vida le obsesionó la alquimia. De personalidad esquizofrénica, durante la mayor parte de su vida se sintió acosado y perseguido. Esta peculiaridad dotó a su obra de una especial fuerza y dramatismo. Sintiéndose atacado y perseguido por el movimiento feminista, su feminismo de juventud pronto se transformó en misoginia. Strindberg estuvo casado con tres mujeres (Siri von Essen, Frieda Uhl y Harriet Bosse, en orden cronológico) y tuvo hijos con todas ellas — fueron tres experiencias matrimoniales desastrosas. Protagonizó fuertes polémicas éticas y políticas. A su muerte fue reconocido como un ídolo nacional, asistiendo a su entierro más de 50.000 personas.

domingo, 16 de mayo de 2010

algo

No me quiero hacer una patética defensa la crítica es una enfermedad no entiendes lo sé tampoco hacia donde voy sin puntos ni comas quizás en este momento esté en eso tan común en mí y por qué me doy cuenta cuando ya es error?. Se le paso la mano a mi la vieja parafraseandote parra estamos todos vendidos yo también quizás sólo me falta saber a quien me vendieron.
La ventaja de la desventaja, a puertas de la batalla campal temores hipocondríacos en esta autodestrucción pasiva no se puede hacer rodar lo que está clavado en la tierra, con el dolor de mi alma me dijiste yo no te pudepedirperdón de nuevo.
La técnica nos permite el cómo, pero no los por qué... re-configurando ando, los primeros los últimos los nunca homogeneización de hábitos, costumbres, cultura, no hay mayor locura que la actual organización de la vida a 45 del último o a 43?, detente un momento para poder leer un poco más, los temores de siempre pero ahora con fé, incomunicada con querer inconsciente buena o mala suerte? perdiendo pero ganando más, en etapas que no tienen dirección prefijada mediatizar la información no me gusta en serio en serio, me burlo de las máscaras las victimas y los victimarios disfrazados, no lo puedo evitar a una policromada me gustaría hablarle pero en un tiempo más.
Ingrávida, con un dominio sobredimensionado ja. mis matices varían en el degrade siempre hablamos sobre los nunca tan malos nunca tan buenos. cataratas en el c con esta ele en dos domesticada una música pitiaitaaa un abrazo apretao imperecedero inextinguible, interminable, inmortal como mi amada. Quiero dejar piedra sin piedra no permitirme la sorpresa nunca nunca más, ningún error tan excesivo acultural las palabras de las cosas si se pierden no importan ya se fue los dolores se perdio se retiran en su muerte puedo ver constantemente ir y venir no te mueras tanto que de nada no hay problema que tu sabes el sistema de morir tu quieres destruir que se sabe de la muerte que se busca en un arte de vivir yo de números que se los admiro en su itsmo consu vida y ritmo, como el nunca mucho gracias.

"Crows" en Los sueños de Akira Kurosawa